El Cementerio Municipal de Ntra. Sra. de la Almudena es la principal necrópolis de la ciudad de Madrid. Situado en el distrito de Ciudad Lineal, es uno de los más grandes y antiguos de la Europa Occidental.

Su monumentalidad y riqueza paisajística, han hecho de este cementerio un lugar de interés turístico que acerca a los visitantes a la historia de Madrid y de España. Desde su construcción en 1884, se han enterrado acerca de 5 millones de personas, de las cuales más de 140 son personajes ilustres: como los presidentes de la Primera República, Nicolás Salmerón, Estanislao Figueras, y Maragall Francisco Pi; el fundador del PSOE, Pablo Iglesias; la bailaora Lola Flores; la actriz Lina Morgan; o los escritores Pío Baroja o Benito Pérez Galdós.

La primera persona que se enterró en la parte civil del cementerio fue Maravillas Leal González, fallecido por suicidio, y en la parte religiosa Pedro Regalado, un niño de 14 meses. ¿Conoces algún personaje célebre que se haye en La Almudena? Seguidamente te citaremos algunos de ellos, además de diversos datos curiosos que seguramente no conozcas...

PERSONAJES ILUSTRES

Con sus más de 130 años encima, este cementerio es más que una necrópolis urbana. Es casi una ciudad en la que los madrileños honran a sus antepasados, un paraje con árboles, jardines, esculturas, mausoleos, largos paseos llenos de flores y algún que otro turista interesado en conocer el arte funerario de la ciudad, visitar la tumba de alguno de sus muertos ilustres o admirar los monumentos colectivos erigidos en distintas épocas de su historia.

Santiago Ramón y Cajal, científico y Premio Nobel de Medicina

Ramón y Cajal es reconocido como uno de los fundadores de la neurociencia contemporánea. Amante de la naturaleza, inquieto y con ideales de libre pensamiento, trabajó duro en su objetivo de perfeccionar al hombre a través del estudio de las ciencias, las artes y la moral universal. Hasta su muerte, hizo de su vida y trabajo una constante masónica, abanderando todos aquellos conceptos que le permitieron su evolución personal y científica.

El célebre médico español descansa desde 1934 en La Almudena. Fue enterrado una tarde de lluvia, testigo de una de las mayores manifestacions de duelo popular vivido en la capital de España. El pueblo de Madrid que tanto quiso a Cajal, estaba allí al lado de los restos del maestro. Faltaba representación oficial, el presidente de la República se limitó a enviar a un representante.

Su grupo de colaboradores decició que se llevara su féretro a hombros hasta el cementerio, pero ni siquiera este humilde homenaje fue permitido para quien vivió y dio su ciencia al mundo, quedando Santiago sepultado junto a su esposa en una tumba sencilla que ahora luce el olvido del paso del tiempo.

Entre los muchos reconocimientos póstumos destacan los siguientes:

En 1952, en homenaje al primer centenario de su nacimiento, se le concedió el título de Marqués de Ramón y Cajal. Años más tarde, la Unión Astronómica Internacional designó el cráter lunar Cajal en su memoria. En 1977 se inauguó el Hospital Universitario Ramón y Cajal en Madrid.

Los artistas Lola Flores y su hijo, Antonio Flores

El fallecimiento por cáncer de Lola Flores hace 25 años, causó en la familia un profundo trauma que su hijo Antonio no pudo superar, muriendo 14 días después.

La vida de esta polifacética artista estuvo llena de amores, lágrimas, celos y deudas, pero sobre todo, hubo mucho arte. Un arte que perdura gracias a la saga familiar que ella y El Pescaílla formaron juntos. Más allá de la gigantesca sombra de la madre, Antonio Flores era un músico brillante, alguien que vivía la profesión de forma pura. De carácter ingobernable, no atendía a las exigencias de los directivos de las compañías de discos, que vieron en él una extensión de la figura de Lola.

¿Sabías que Madrid se quedó sin flores en el entierro de la Faraona? La capilla ardiente se instaló en el Centro Cultural de Madrid. Fueron decenas de miles de personas las que despidieron a Lola Flores, siguiendo su cortejo fúnebre desde la madrileña plaza de Colón hasta el cementerio de la Almudena con palmas y olés. Sus admiradores gritaban "Lola, Lola" y "guapa, guapa". El tributo fue impresionante, siendo su cuerpo acompañado por 12 furgonetas cargadas de coronas y ramos.

Fue enterrada como a ella le hubiera gustado: con la gente cantando La Zarzamora. Cuando el féretro era sacado del coche para ser introducido en la lápida, el cantaor Pepe de Triana sacó fuerzas para cantar. Al terminar el entierro, el público volvió a romper en aplausos. Luego, de forma respetuosa, la gente se iba a acercando hasta la tumba para depositar los claveles rojos que habían traído.

Algunos de sus familiares, como su hijo o su marido, no pudieron asistir al funeral por la tristeza. Acudieron amigos y conocidos de la artista como Carmen Sevilla, Rocío Jurado, Pedro Almodóvar, Manzanita o Peret.

Antonio Flores, incapaz de ver el sepelio de su madre, en los días posteriores bebió en exceso y durmió poco. Así llegó a su última noche, con un aura de tristeza. Lola se había convertido en un pilar fundamental y en el mejor apoyo para superar su adicción a las drogas. Pero desgraciadamente, murió de un infarto tan solo dos semanas después que su madre.

Un dato curioso fue el enorme gesto que tuvo Antonio Vega con Lolita Flores, hermana de Antonio, el día del funeral: cuando el ataúd seguía abierto y ella se estaba despidiendo, Vega le dijo: -"Sigue, sigue. Solamente dile que si se siente muy solo que me llame cuando quiera que me voy con él." - El cantante, uno de los grandes talentos musicales de nuestro país, luchó durante años contra una severa adicción a las drogas por la que falleció en 2009 con tan sólo 51 años.

Junto a miles de personas anónimas, son muchos los personajes históricos, políticos, escritores y "celebrities" que descansan en el Cementerio de La Almudena. Os seguiremos contando...

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