Un 15 de julio de 1885 fallecía, hace 135 años, una figura indispensable en la literatura femenina española, la poeta y novelista Rosalía de Castro.

Rosalía de Castro fue una escritora gallega que potenció e impulsó la literatura en este idioma. Considerada como una autora fundamental del siglo XIX, murió joven, víctima de un cáncer de útero. A lo largo de diversos viajes y cambios de domicilio escribió varias obras de gran calidad tanto poética como narrativa. La más conocida, sus Follas novas.

Un nacimiento no bien avenido

Perteneciente por línea materna a una familia noble, su adolescencia estuvo dominada por una profunda crisis debida al descubrimiento de su condición de hija ilegítima de un sacerdote, además de por su delicada salud que nunca mejoró. Al principio no fue aceptada por la familia materna y durante sus primeros años fue criada por sus dos tías paternas.

Su obra

Rosalía de Castro da impulso y respiro al romanticismo con sus obras, y es considerada la autora de esta etapa. Su obra se mueve entre una preocupación de tipo social por las duras condiciones de los pescadores y campesinos gallegos, y otra de carácter metafísico que la sitúa dentro de la literatura existencial.

En 1855 se trasladó a Madrid y dio a conocer su primera obra, el poemario en castellano titulado La flor, libro que recibió muy buenas críticas de Manuel de Mungía, con el que se casaría más tarde y tendría 7 hijos.

Tras el fallecimiento de su madre, volvió a Galicia donde empezó a escribir algunas de sus obras más importantes como A mi madre y Cantares gallegos. Éste último libro, en gallego.

Más adelante, la familia se trasladó a Valladolid y allí escribió parte del famoso poemario Follas novas, expresión angustiada e intimista sobre la muerte y soledad del ser humano.

A comienzos de 1880 publicó un número considerable de poemas en castellano que fueron recogidos en el libro En las orillas del Sar.

Como recuerdo, nada mejor que compartir esta estrofa de Lieders, el cual resume parte del universo de la autora: "Jamás ha dominado en mi alma la esperanza de la gloria, ni he soñado nunca con laureles que oprimiesen mi frente. Sólo cantos de independencia y libertad han balbucido mis labios, aunque alrededor hubiese sentido, desde la cuna ya, el ruido de las cadenas que debían aprisionarme para siempre, porque el patrimonio de la mujer son los grillos de la esclavitud."

Otorgó prestigio al gallego

Si ya de por sí, escribir era difícil para las mujeres durante esa época, no hablemos de lo complicado que era hacerlo en gallego y que te leyesen. La lengua gallega estaba muy desprestigiada, y más en aquella época en la que había sido el idioma preestablecido de la creación lírica galaico-portuguesa. Tenían que comenzar de cero, ya que toda la tradición se había perdido, y romper la indiferencia y el desprecio por el gallego. Por ello, Rosalía de Castro le otorgó prestigio a esta lengua al usarla para Cantares gallegos, afianzando así el resurgimiento cultural de la misma.

Últimos años y fallecimiento

Los últimos años de la vida de Rosalía transcurrieron en la comarca de Padrón, lugar en el que había pasado su infancia y buena parte de su juventud.

Nunca disfrutó de una buena salud, pareciendo predestinada desde su juventud a una muerte temprana. El 15 de julio de 1885, a los 48 años de edad, falleció de cáncer de útero.

El cuerpo inánime recibió sepultura al día siguiente en el cementerio de Adina, localizado en Iria Flavia, que curiosamente había sido cantado en una composición de Rosalía de Castro. No obstante, su cadáver fue exhumado el 15 de mayo de 1891 para ser llevado solemnemente a Santiago de Compostela, donde fue nuevamente sepultado en el mausoleo creado específicamente para la escritora por el escultor Jesús Landeira, situado en la capilla de la Visitación del Convento de Santo Domingo de Bonaval, en el presente Panteón de Galegos Ilustres.

Encargó a sus hijos que quemasen los trabajos literarios que, ordenados y reunidos por ella misma, dejaba sin publicar. Dispuso que se la enterrara en el cementerio de Adina, y pidiendo un ramo de pensamientos, la flor de su predilección, no bien se lo acercó a los labios y sufrió un ahogo que fue comienzo de su agonía. Delirante, y nublada la vista, dijo a su hija Alejandra: "Abre esa ventana que quiero ver el mar", y cerrando sus ojos para siempre, expiró... Sin embargo, desde Padrón es imposible ver el mar. Por ello, resultan enigmáticas estas palabras puestas en boca de una persona para quién el mar fue una perenne tentación de suicidio.

Reconocimiento

Reconocida años después de su muerte, hoy la autora gallega es un icono en Galicia y en el resto del mundo: son varias las instituciones, espacios públicos y artículos designados con el nombre de Rosalía de Castro, poniendo esto de manifiesto el arraigo social que tiene la figura de la poeta. Obviamente, también son varios los monumentos (placas conmemorativas y esculturas principalmente) dedicados a su figura en diversos países del mundo.

"As estrelliñas todas que aló no espazo están, sorrindo nos miraban con soave craridá". Cuando Rosalía de Castro escribía estos versos, y miraba a los astros, seguramente no imaginaba que su nombre terminaría haciéndose un sitio en ese firmamento. Pero los más de 13.000 votos que ha conseguido su candidatura la han puesto en la bóveda celeste.

El 17 de diciembre de 2019, la estrella HD 149143 fue nombrada oficialmente por la Unión Astronómica Internacional como Rosalíadecastro, la cual cuenta con un planeta extrasolar que la órbita.

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